Café con posos,
pozo sin fondo
siempre se repite
la mítica bola,
bien cebada por lejanas causas.
La vida es así
y así hay que tomarla,
como un buen café que tomas despacio
corto, suave, intenso, dulce o amargo.
Aveces es sucio
porque encuentro posos,
al final del vaso.
No quiero beberlo sin saborearlo
porque el humo negro
que impregna mí cuarto,
hay días que huele
a café colombiano.
Si para muestra un botón, aquí teneis varios botones para una camisa. Así de sopetón he aquí unos poemas que he sacado del charco para uso y disfrute de todo aquel que se precie... Escribo poesía desde mi adolescencia, he vivido más de 500 lunas llenas y nunca he usado la métrica escribo a todo lo que me apetece siempre sin seguir ningún guión y siempre a boli y cuaderno aqui en la red estoy hecho un fósil (como dice mi hijo) pero gracias a este blog poco a poco iremos sacando agua del charco.